La arcilla facial roja es ideal para pieles sensibles, secas o maduras. Sus propiedades revitalizantes y calmantes mejoran la circulación sanguínea, aportando un aspecto más luminoso y saludable. Ayuda a reducir el enrojecimiento, la irritación y las manchas, mientras suaviza y tonifica la piel. Además, elimina toxinas y refuerza la elasticidad, promoviendo una piel más firme y equilibrada.